El Bacalao ha calado hondo en los hábitos de los
portugueses, incluso en zonas costeras como Setúbal, donde ostras, salmonetes o
langostas podrían tener denominación de origen. Fruto de semejantes fervor es esa
propuesta que, de una combinación frecuente bacalao, papa, ajo y tomate logra
un sorprendente cruce de sabores.
INGREDIENTES (ara 6 personas)
·
1
kg de bacalao
·
800
g de papas
·
6
tomates muy maduros
·
3
dientes de ajo
·
1
hoja de larel
·
1
rama de perejil
·
1/2
cucharada (de café) de romero
·
1
cucharada (de café) de cilantro
·
2
cucharadas (soperas) de miel
·
80
cc de aceite de oliva
·
pimienta
negra y sal
PREPARACION
1.
Desalar,
escurrir, limpiar de espinas y cortar el bacalao en lomos. Pasar a una cacerola
añadir el laurel, cubrir con agua fría y llevar a ebullición. Espumar y cocinar
10 minutos a fuego lento y destapatar. Escurrir, dejar enfriar, quitar la piel
y separar en láminas.
2.
Machacar
en un mortero los dientes de ajo, el romero, el cilantro, un toque de pimienta
negra, una pizca de sal y el perejil. Añadir un poco de aceite de oliva y
formar una pasta ligera. Condimentar con ella las papas peladas y cortadas en
lamidas de 1 centímetro de grosor y disponer en una fuente de horno.
3.
Incorporar
el bacalao y los tomates pelados sin semillas y cortados, mezclar las papas y
condimentar con la miel batida con 8 centímetros cúbicos de aceite de oliva.
Volver a mezclar, extender con cuidado, alisar y asar en el horno precalentado
a 190° C, entre 30 y 40 minutos. Servir muy caliente.
Un toque dulce. El contrapunto aromático y de sabor
que proporciona la miel marca la personalidad del plato, que agradece la
presencia de una miel con carácter.