La geografía de las sopas secas se extiende desde el minho, hasta el Alentejo. En este plato se aplica una doble técnica a medio camino entre coacción y fritura, que proporciona chauchas tiernas y crujientes. Se sirve en plato sopero, sobre una rebanada de pan que se hincha con el jugo de las verduras. En algunas zonas se acompaña con un trozo de queso.
INGREDIENTES (para 6 personas)
· 700 g de chauchas
· 200 g de pan del día anterior
· 4 tomates maduros
· 3 papas
· 1 zanahoria
· 1 cebolla
· 1 diente de ajo
· 1 ramillete de hierbas aromáticas
· 10 g de manteca de cerdo
· 2 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
· Pimienta negra y sal
PREPARACION:
1. Saltear, a fuego lento, la cebolla y el diente de ajo todo picado muy fino en una cazuela de barro con manteca fundida y 2 cucharadas de aceite de oliva, hasta que la cebolla esté transparente. Añadir los tomates pelados, sin semillas y en cuartos, saltear 3 minutos, aplastando con un tenedor. Añadir 1/3 vaso de agua y el ramillete de hierbas aromáticas. Dejar 10 minutos, a fuego suave.
2. Unir la zanahoria pelada y en rodajas finas, mezclar y cocinar 5 minutos. Añadir las chauchas lavadas, sin hebras y cortadas por la mitad, y las papas peladas y en dados, salpimentar, mezclar y añadir 1/3 vaso de agua caliente.
3. Tapar la cazuela y cocinar, a fuego lento, añadiendo agua, nunca más de ½ vaso conforme el guiso se quede seco, entre 15 y 20 minutos (las verduras deben quedar enteras), salar, extraer el ramillete de hierbas, dar el último hervor y retirar del fuego. Cubrir una fuente honda con el pan en rebanadas finas, disponer el guiso encima, 5 minutos y servir.
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