Los vinos de madeira y de Oporto
son las dos grandes joyas portuguesas. Desde el archipiélago llegan vinos
licorosos, secos o dulces, que ganaron fama entre las grandes familias inglesas
del siglo XVI y que aun marcan con su sabor muchos platos. Desde el punto de
vista culinario, que equivalen al vino dulce de jerez.
INGREDIENTES (para 6 personas)
·
1 pollo de unos 2 kg
·
6 dientes de ajo
·
200 cc de vino de Madeira
·
4 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
·
6 granos de pimienta negra
·
1 cucharada (de café) de sal gruesa
PREPARACION:
1. Limpiar
el pollo, quemar los restos de plumas, cortar en trozos medianos y condimentar
con sal y pimienta. Reservar
2. Machacar
los dientes de ajo, la sal gruesa y los granos de pimienta hasta obtener una
pasta uniforme. Añadir, poco a poco el vino hasta ligar un adobo cremoso.
3. untar
el pollo con el adobo por dentro y por fuera, colocar en una fuente de horno
dejar reposar, durante 2 ó 3 horas dándole vueltas, cada 30 minutos, y
volviendo a frotar el pollo con el adobo que caiga en la fuente.
4. Precalentar
a 180º C, meter la fuente y dejar al menos 1 hora ¼ de hora (dependiendo del
tipo y el tamaño del pollo). Retirar cuando este tierno y servir.
El punto del asado. Las diferencias
entre un pollo de cría intensiva y otro de corral son abismales y entre ellas
caben docenas de alternativas diferentes, lo que impide dar tiempos aproximados
de cocción. Para saber si el pollo está a punto, no hay más que pinchar la
pechuga con un tenedor; si la atraviesa bien y al sacarlo no salen restos de
sangre por el agujero, es que ya está a punto.
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